De Háptico: La presencia determina la ausencia


Habiendo pasado más de un año desde las funciones de Háptico -del proyecto Pordefecto Danza- en Matucana 100, su propuesta toma vigencia estos días, gracias al contraste que produce su inmanente cercanía vital con la distancia social coyuntural que nos afecta.

 

    Los niveles de sensibilidad se elevan. Podemos entendernos más allá de las palabras. Los mensajes no son siempre literales. Las palabras no necesariamente dicen lo que supuestamente tienen que decir. Hay estímulos enlazados que se reproducen unos a otros. No existe la ausencia de mensaje, sea cual sea el medio: acústico, óptico o Háptico.

Hoy que nos relacionamos principalmente a través de la vista y en una pantalla, el tacto resplandece en su ausencia. Nos damos cuenta de la importancia que tiene en nuestras vidas, no solo como parte de ese repertorio irrenunciable de saludos y despedidas, sino incluso también como un todo-otro mensaje paralelo que va enarbolado junto con el diálogo. Es en parte esto lo que la obra Háptico pone en juego al indagar en una relación donde no hay charlas, ni tampoco, la posibilidad de ver y vernos, solo aquella dimensión Háptica que cohabita silenciosamente con este mundo hiper-estimulado.

El relato viaja a través de los juegos y códigos que se proponen las y los intérpretes. Algunes son personas que vienen del canon de la danza y otras no, así es como esa danza busca un nuevo lugar desde donde situarse, privilegiando el peso de una dramaturgia, por sobre un virtuosismo.



Situada desde la ceguera, esta obra indaga en las diversas maneras de entrar en contacto y de cómo esas maneras posibilitan el nacimiento de códigos comunes. Una micro sociedad que evoluciona en la complejidad de su lenguaje, haciendo aparecer planos diferentes para esa misma esfera de comunicación.

Esta operación que dura más o menos una hora, diagrama una serie de códigos en el espacio, en un lenguaje propio, que articula nuestra interpretación de las modulaciones que ocurren entre las y los intérpretes. Un panorama que atrapa la mirada (aunque la diversidad arquitectónica sugiere una gran distinción entre encontrarse en una butaca u otra).



Es sencillo comprender qué abarca ese universo ciego que se nos está proponiendo. La ironía es que la única manera de comprobarlo es a través de la vista. Quizás a ello se deba una inquietante sensación de distancia que me produce como espectadora lo que está ocurriendo y hacia dónde se dirige. Hay una extraña paradoja entre el carácter de esta obra y el cómo se transporta hacia quienes la presenciamos, algo que emite una perpleja distancia, que misteriosa, no parece haber sido prevista.

¿Será que encontrarse en un universo de relaciones sutiles y a la vez intensas -honestas, espontáneas y frugales- sea un escenario utópico?

La obra transcurre en dos dimensiones que se comunican, se transmiten, pero que también se disocian: el universo Háptico en el que todos los elementos están en acción y el universo Óptico de quienes, desde las butacas, observamos.

Quienes bailan endosan la responsabilidad de la utopía a una fantasía más dentro de la experiencia escénica. La presencia determina la ausencia: aquello que está detrás de sus párpados es realmente la obra. Así se da por manifiesto el misterio que otros capítulos podrían develar.




<< Comentario de la función de Háptico del 09/03/2019 en el C.C. Matucana 100 (CL)

Dirección y creación: Ana Carvajal | Creación e interpretación: Elizabeth Tejo, Javier Muñoz Jiménez, Kamille Gutiérrez, Manuel González, Teresa Díaz | Dirección de Arte: Paz Carvajal | Diseño Sonoro: Daniel Marabolí | Diseño de vestuario e iluminación: Tatiana Pimentel | Asistente método Feldenkrais: Daniela Álvarez | Producción: Felipe Reyes | Fotografía: Sebastián Leal | www.pordefectodanza.cl


 
POR DEFECTO DANZA es el Proyecto de investigación escénica de Ana Carvajal que toma el término “por defecto” de la informática, una opción automática que se genera cuando no decides nada. Es un término actual que instala la palabra defecto como algo que existe a pesar nuestro. De esta forma el defecto se convierte en una herramienta creativa y signo particular de cada persona, antagónica a la idea tradicional de que la danza debe caminar hacia una especie de perfección, donde hay cuerpos y movimientos ideales.
Los procesos de creación han tenido como resultado las piezas: Solaz, Pogo y Háptico, que conforman la Trilogía del Pequeño Placer (2020-2017), Creo Falso (2012-2011), Desierto de Mediodía (2012-2010), Medir la Distancia (2009-2008), COCINA (2004-2003). Co dirige junto a Bárbara Pinto El Salón (2012-2011). Estas obras han sido invitadas a festivales como: Movimiento 6, Días danza, Festival Escena 1, Muestra Off Festival Escena 1, Santiago a Mil y Festival de las artes de Valparaíso, además de giras por las regiones de Valparaíso, El Maule, Tarapacá y Atacama en Chile. Internacionalmente el video danza Pogo ha sido seleccionado en: 8vo Cuerpo Digital (BO), lX Certamen Internacional Danzattack (ES), 16 FIVM Video Movimiento (CO), 11vo Inshadows (PT), 8vo Paris Play Film Festival (FR), 5º Opine Dance Film Festival (US), 1º Festival Internacional de Video danza do RS – FIVRS (BR). Recibe el premio del jurado a la Mejor Coreografía en el Festival Inshadows y el premio de la audiencia «Festival Favorite» en el Festival Opine Dance Film.

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