La
propuesta Esquina
Abierta, de
Torresrojas
Cuerpocreativo, se
presentó en el Centro Cultural Matucana 100 entre el 26 de octubre y
el 4 de noviembre de 2012. Obra de danza contemporánea, apuesta por
la multidisciplinareidad para instalarse en una plataforma de
experimentación que permite la autonomía poética de disciplina. Se
conjugan la proyección de video, la cual instala el ritmo de la
obra, una bailarina que interactúa con una cámara con la que luego
reproduce de forma inmediata lo que graba en escena, con el trabajo
de espacialización sonora que se construye al parecer en tiempo real
con ciertas premisas que al músico de turno le toca producir1.
Podemos
distinguir entre propuestas multidisciplinares, con aquellas
interdisciplinares, en tanto ambas involucran disciplinas diferentes
en una puesta, pero en aquel resultado que vemos, de la
multidisciplinareidad se logra discernir una disciplina de otra. En
la interdisciplinareidad en cambio, se conforma un universo que no
pertenece a ninguna disciplina en particular, articulándose un todo.
El lugar desde donde ambas crean, la motivación, podría ser la
misma, y el proceso de trabajo puede tener las mismas directrices,
pero aún así la condensación de las diferentes artes genera algo
diferente. Esquina Abierta pertenecerá a la multidisciplinareidad,
debido a que cada voz se acerca desde su propio lenguaje al eje
temático de la obra.
Al
exponer un análisis de cada voz que instalamos en la escena,
podríamos alterar el sentido de estas formas de arte, en tanto estas
se proponen condensar los elementos en una sola voz que el espectador
pudiere oír, o bien, percibir, sentir, palpar, entender y escuchar.
Aún así, le dedicaremos tiempo a la danza, para articular este
análisis sobre la obra, en tanto esta funciona como interlocutor, o
bien como la cara de presentación a través de la cual llegamos a
esta obra.
Es
el cuerpo vivo en escena, el primer elemento que nos informa sobre la
danza; dato que será cuestionable, pero atigente. El sujeto vivo es
una mujer embarazada, que pudimos ver minutos previos a la obra,
observando la situación. Cuando aparece en escena se dispone a
observar y a ser observada: este detalle, en apariencia sutil,
conforma el carácter de este sujeto de la escena. No podremos decir
que es un personaje, pues no existe una caracterización de por
medio, sino que es un sujeto que se dispone desde sí -como Andrea
Torres- y al mismo tiempo, con un álito extemporáneo, fuera del
tiempo, en el intento de ser tan solo el medio por el cual se le da
voz al relato kinético. Un intérprete que propone mirar a la
audiencia y que sugiere dejarse mirar, nos esta proponiendo un
universo ideológico que no es el mismo que aquel que acaece cuando
la obra conforma la cuarta pared, aquella que se señala como la
distancia entre efectiva entre el espectador y la obra (Carnevalli,
2012). A partir de este detalle, se derriba parte de la cuarta pared,
la puesta en escena afirma que se sabe vista y que es capaz de mirar
al otro.
La
sujeto se mueve: la colección de movimientos hace referencia a la
acumulación, trayendo a mi memoria la puesta de Trisha Brown,
Acumulation, del año 1971. Esta relación no condena la
propuesta, sino que trae a colación un recurso usado en la danza
contemporánea, recurso que podremos proponer como un método de la
composición de la danza contemporánea. La acumulación fue, en
1971, una apuesta por dar protagonismo al movimiento, por sobre la
narrativa de una obra, entonces el ejercicio consistía en escoger
una colección y hacer que esta se desarrolle en el tiempo y por el
espacio, no había necesidad o ímpetu de mostrar un concepto por
medio del movimiento. En ambos casos, Acumulation y Esquina
Abierta, la acumulación se desarrolla en la repetición, produciendo
a largo de su ejecución, elementos que aportan nuevos centros de
interés para el espectador y el intérprete. En Esquina Abierta
parece curioso que dicha colección no tenga un significado, cuando
la obra propone un concepto que se expone previo a que el cuerpo
aparezca. El recorrido kinético no desarrolla un relato sobre esto
en la obra, sino que juega para ser el interfaz de conexión entre el
soporte del video y el sujeto en vivo. Para el caso de entonces, el
movimiento del cuerpo resulta sin sentido aparente.
Si
todo lo observado forma parte del entender del espectador, la luz de
las computadoras, la presencia de los videístas, las imágenes
repetidas, el recorrido sonoro, los movimientos y centros de interés
que proponga la intérprete en escena, serán considerados en este
entendimiento. De ello, reconocemos puntos de fuga que arrebatan
interés respecto de lo que parece importar a los creadores.
Apostaría por que el concepto que escoge la obra del Torresrojas
Cuerpocreativo es la
identidad y en tanto tal, no podremos desanudar la de cada uno de los
sujetos que la componen. Las imágenes de la obra acusan a lo
abyecto, lo excluido, muestran cuerpos intervenidos y otros que gozan
de un sustrato de normalidad, aquella que se considera
ideológicamente2
como tal, parecen no querer contarnos una historia, sino más bien,
imbuirnos en un espectro de la cultura que nos involucra a todos, la
construcción de la identidad de un sujeto respecto de su accionar y
del reflejo que ello tiene en su cuerpo físico. Somos relato y
acción, somos el lenguaje que enunciamos y las acciones que llevamos
a abo, tanto como sus efectos en otros. Y por ello, la obra cae
dentro de una trampa, pues instala un relato que se le escabulle,
cual punto de fuga. Enuncia un discurso que se confirma en sus
propias normas, en la dialéctica entre los puntos aparentemente en
fuga y aquellos situados con querer.
El
problema semántico proviene de la brecha (Martin, 2013) que
existe entre lo que un sujeto se plantea enunciar y lo enunciado, un
problema de traducción que ocurre día a día, que le pertenece al
sujeto y al diálogo que establece entre unos y otros. Esta brecha no
explica el problema, solo lo expone, para poder instalar en el marco
del diálogo artístico, los eslabones que lo conforman: el artista,
que posee un ímpetu a desarrollar y exponer, que luego se presenta y
se posiciona como otro eslabón, la obra; un tercero y último, será
la audiencia. Existe una brecha entre todos estos eslabones,
derribaron solo una parte de la cuarta pared, y por tanto la
compresión se aferra fácilmente a la narratividad, cosa que Esquina
Abierta no estila.
Lo
que más habría de importarnos en el ejercicio de traducción de
idiomas, más que la literalidad, será comprender la idea principal,
aquella que nos permite acceder a una respuesta por parte de un otro,
o a una consecuencia respecto de lo que sucede. Y este ejemplo puede
aplicarse a la danza: si atacamos los métodos a través de los
cuales se desarrolla la interacción entre los eslabones, podrá ser
posible minimizar esta brecha.
Hay
una suerte de epifanía en la danza contemporánea, en aquel momento
inaugural en el que el ejercicio de mover el cuerpo se convierte en
danza. Es posible rescatar aquello en Esquina Abierta gracias a su
interés por involucrar otras disciplinas, cada una se presenta muy
remarcada, haciendo posible comprender los límites entre una y otra,
presentando un universo de eslabones que dialogan entre sí,
proponiendo también una brecha. No se si esto surge a propósito. La
brecha que separa el video de la danza, da a entender dos puntos de
vista: por una parte, la inauguración del movimiento, produce esta
epifanía. Por otra, puede ser que el objetivo de tratar un tema a
través de una diversidad de formatos, se oponga a la capacidad que
tienen estos formatos (o eslabones) de dar a entender su mensaje.
Pues bien, la pulcritud técnica de cada uno de estas voces (o
formatos o eslabones) se encuentra a favor de toda la puesta, pues de
ello depende que en este caso al menos, un concepto transversal se
rescate de toda la obra: la identidad. Con esto, se acorta la brecha.
Mi
problema como espectador aparece cuando me pregunto ¿Qué quiso
decir entonces respecto de la identidad? Desde esa posición,
la obra se queda en el mero enunciado, pareciera carecer de discurso
y de desarrollo de discurso. Hay una diferencia entre el punto de
vista que tiene la obra y la elección de sus materialidades, con
respecto al ejercicio del discurso dentro del cual estas
materialidades gozan de una transformación durante el desarrollo de
la obra. La obra goza de un punto de vista, pero no existe un
desarrollo de sus materialidades en escena. Si hay una conjugación
multidisciplinar entre las materialidades, hay un punto de vista,
pero al distinguir puntos de fuga, aspectos que relatan al parecer
sin quererlo, entonces se hace presente un universo de creación
artística que se encarga de presentarnos una problemática que se
pasea en conjunto a una proposición estética.
Al
observar en la puesta en escena la luz del logo de las computadoras
que manejan el material audiovisual, el poder de enunciación (por
tanto performativo) que posee una obra, se desintegra un tanto,
puesto que no nos queda claro si este signo es dejado al azar o se
encuentra a propósito a la vista del espectador. Sucede algo similar
con la entrada de los encargados de este material: ellos, en tanto
sujetos cuerpos puestos en la escena a la vista del espectador, toman
partido y estudian esta interacción con la obra. Cuidan la ejecución
de sus movimientos, la colección de ellos se enfoca en realizar la
acción de sentarse, pararse y caminar de forma más o menos similar,
tendiendo a reflejar cuerpos y sujetos fusionados, sin identidad
propia.
Cabe
destacar, que dentro de la práctica creativa de Torresrojas, se
viene desarrollando desde 2011 un trabajo que involucro otros tres
creadores en la puesta en escena En
el Nombre,
presentada en Sala
Santa Elena en noviembre de 2011. La relación entre ambos trabajos
refleja una consistente labor de sus creadores, distinguiéndose
también por una pulcritud técnica en su puesta en escena, elemento
que es imposible no agradecer como espectador, ya que facilita la
compresión por nuestra parte.
Hace
alrededor de un mes atrás, recibí una replica respecto de un
comentario que escribí sobre la obra de danza contemporánea La
Fiesta de los Caníbales. Esta réplica se enfocaba en la necesidad
del interlocutor en ahondar más en el universo interno de la obra,
que sobre los métodos de composición de la misma. De qué es lo que
dice o señala la obra propiamente tal y por qué lo hace, más que
sobre sus estrategias de enunciación. Caso del que por momentos me
hago cargo aquí, pero del que me parece imprescindible profundizar
aún más, en consonancia con la falta que hace el trabajo teórico
en la danza en general. Pero de todas formas, increpo que si no es
posible manejar códigos comunes respecto a los recursos
metodológicos que componen una obra de danza, acercarnos a su
intencionalidad poética o narrativa será un ejercicio menor, en
tanto los rasgos metodológicos de una puesta en escena son los que
le otorgan la historicidad que nos permite comprender su contexto de
enunciación, haciendo aparecer su posicionamiento ideológico
respecto de la danza y del resto de lo que sucede a su alrededor.
Para decodificar la práctica actual de la danza, debemos comprender
este posicionamiento. No es lo mismo reflexionar en torno a una
propuesta multidisciplinar como Esquina Abierta, a pensar respecto de
La Fiesta de los Caníbales, una obra de danza contemporánea con
composición en tiempo real. Sus estrategias de enunciación son
diferentes. Es así como creadores y espectadores se preguntarán:
¿Desde dónde proviene esto que estoy invitado a observar?
Muchos
claman que la danza no hay que entenderla, sino sentirla, pero la
obra de danza contiene mucho más que lo que enuncia y es posible
hacer el ejercicio de profundizar en ella, de investigar y de
pensarla una vez más. No nos quedemos con la fractura de la brecha.
Bibliografía
Austin,
J. (1955) Cómo hacer cosas con palabras: Palabras y acciones.
Recuperado de: http://www.philosophia.cl/
Martin, M. (2013).
El hacer y el decir hacer. En
Revista Segunda Cuadernos de Danza (En
Palabras). Recuperado el 9 de febrero de 2013, de
http://cuadernosdedanza.com.ar/enpalabras/89/show
Maxwell,
A. (2012) Danza y Política: El cuerpo como resistencia en la Danza
Contemporánea chilena
. En 1er
Encuentro Latinoamericano De Investigadores Sobre Cuerpos Y
Corporalidades En Las Culturas (GT7).
Recuperado el 10 de febrero de 2013, de
http://red.antropologiadelcuerpo.com/index.php/gt7-ponencias-publicadas/
Comentario
de la obra La Fiesta de los Caníbales:
http://fusadanza.blogspot.com/2012/10/la-fiesta-de-los-canibales-acusamos-la.html
1Se
presentaron en cada función, espacializadores sonoros invitados, de
la función que se realizó este comentario participó Gerardo
Figueroa.
2La
ideología como visión normada que tiene un poder activo sobre las
relaciones sociales, es la manera en que Louis Althusser nos propone
una parte de los efectos del poder, gracias a la acción de Aparatos
Ideológicos de Estado en la interpelación que el lenguaje realiza
sobre los sujetos. Para revisar este y otros puntos de vista del
filósofo argeliano, atender al ensayo Ideología y Aparatos
Ideológicos de Estado, de
1969.
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