además se reitera en lo cotidiano como la marca de una identidad
y en lo artístico como marca estética y academicista, puede
apropiarse de su enunciación performativa desde una pluralidad de
sentidos, géneros, sexos e identidades no nombrásemos.”1
Una persona que se enuncia, nombra o identifica produce en ella una
restricción: una identidad se mueve dentro de una libertad y una
norma. El universo de esteriotipos con los que lidiamos nos limitan,
modelan y potencian, paradójicamente hablando. Ciertas veces tenemos
la posibilidad de abortar una identidad, para adoptar otra y asumir
así nuevas características. El simple acto de cambiar de peinado
podría generan grandes consecuencias que no parecen tan concretas.
Puede ser también que estemos en busca de generar grandes
consecuencias.
Orgiología,
obra de danza y performance que se presenta hoy por última vez en el
marco del Festival Stgo a Mil, pero que tuve la oportunidad de ver el
año pasado, me abrió la posibilidad de pensar nuevamente el cuerpo
en la danza. Como cada obra es una invitación a repensar el cuerpo,
esta vez la energía urgente se desplegó acerca de la posibilidad de
generar espacios de visibilización para cuerpos que todavía no
encuentran el suyo en la danza, por lo tanto, una oportunidad para
pensar distinto. Este impulso tanto rupturista como sutíl, de
pulsión intensa y larga digestión, se encarga de instalar canones
diferentes en lo que a sexualidad en danza respecta y estamos
acostumbrades a ver. Esto me resuena con el hecho de esta obra es
también una performance, produciendo una dialéctica inmediata y muy
necesaria con la danza.
Rechazo,
asco, confusión, atracción, deseo, junto con la necesidad de que
por favor ese intérprete no se me acerque -pues está desnudo, capaz
que qué cosa me hace hacer-: todo eso en no más de una hora. El
poder de ingresar en el espacio íntimo de una persona, sin hacerlo
concretamente. Una enunciación que se vuelve perfomativa, al
producir los efectos de lo que está nombrando.2
Nuevos
cuerpos y nuevas formas de expresarse con el cuerpo, una obra que
atraviesa fronteras de lo políticamente correcto sobre un manto
estético. Esta vez, el desnudo total no es ese exhibicionismo casi
estratégico de la danza. La puesta persigue permanentemente la
sensación de exceso y cuando parece que se agota, se desborda otra
vez. Esa es la dialéctica y el juego entre danza, cuerpo y
performance. Al atravesar el horizonte del cuerpo y la corporeidad es
posible encontrar, por fin, algo nuevo. Un antecendente que nos
permite jugar con ese cuerpo que produce un género en la danza, y
así desordenar un poco el aula.
Los
nuevos cuerpos develan los límites que impone el garrote de la
norma. La libertad y la norma producen, haciendo aparecen la trampa
de esta diléctica. Una cuerpa gorda camina desnuda por el espacio.
No baila ¿por qué no baila? ¿por qué las gordas nunca bailan?
¿acaso no pueden bailar? ¿acaso hay un problema con ver a una no
flaca bailar? ¿por qué el gordo si baila?
¿Hay
algo terrible en utilizar estos apelativos? la libertad y la norma
son las que me hacen ver las paradojas allí. Las preguntas son ecos
que se vienen repitiendo en la historia de la danza universal y que
hoy debieran ser muros que derribasemos más temprano que tarde. Las
aparentes minucias son en realidad trampas para esquivar, para hacer
posible un nuevo lenguaje.
¿Cuáles
son las nuevas miradas que nos aporta esta puesta en el imaginario de
nuestra propia sexualidad? La afortunada osadía de mostrar esta obra
en un lugar como GAM, que me convierte en la espectadora voyeur, esa
que se oculta en la oscuridad. Me interpela en mi propia extrañeza y
mi propia costumbre. A reconocerme en mis hábitos y rechazos. En que
a través del sexo, buscamos con urgencia una forma de reconocernos
en el mundo, quiénes somos, cómo y qué hace mi cuerpo. Qué gestos
son los que te entrego a ti y no a otre. Ese encuentro particular
entre ambes.
En
este recorrido donde hay una visita en cada cuerpo y persona que lo
habita, donde cada quien parece envuelto en el desafío de
atravesarse a sí misme, quedo atenta y a la espera de que se detenga
el tiempo y poder observar con más calma estos momentos. Es algo que
propiciaría el entender
de la obra. El tiempo siempre persiste no sólo como duración, sino
con la densidad de un proceso.3
“Si decir es una forma de hacer y parte de lo que se está haciendo
es el yo, entonces la conversación es un modo de hacer algo juntos y
de convertirse en algo diferente; algo que se llevará a cabo durante
el transcurso de este intercambio, pero nadie sabrá qué o quién se
está haciendo hasta que esté hecho.”4
Los cambios en los lenguajes
escénicos se dan en el tiempo y esta obra parece ser un punto de
inflexión dado por la medida de su propia rebelión. Los cuerpos
nuevos que la obra invita a jugar son aquellos con los que no pudimos
encontrarnos en el pasado, sobre los que creo que sería interesante
comenzar a pensar y danzar. En estas exploraciones se hará posible
encontrar respuestas a preguntas que no pudimos responder antes.
Donde el género y la sexualidad tienen hoy la ventaja, puesto que
revelan más sobre quienes realmente somos, trayendo oportunidades y
responsabilidades para dejar de ser alguien predefinido por su cuerpo
y pasar a ser al fin, la expresión de ese cuerpo en el mundo.
Comentario
escrito a partir de la asistencia a la función del sábado 8 de
septiembre de 2018 de Orgiologia en el Centro
Cultural Gabriela Mistral.
Ficha
Técnica: Dirección: Paula Sacur - Ernesto Orellana // Intérpretes-Autores: Georgia del Campo - Cristian Hewitt - Irina Gallardo - Nicolás Sandoval - Andrés Millalonco - Francisca Espinoza - Alexandra Miller // Diseño Visual Integral: Jorge Zambrano // Composición Musical: José Miguel Candela // Asesoría teórica: Cristeva Cabello // Asistencia de Iluminación: Fernanda González // Capas: Juana Diaz // Fluídos: Camilo Saavedra // Colaboración Audiovisual: Waldo Salgado // Encargada de prensa: Lorena Alvarez // Producción: Daniela Moraga // Fotografía: Paz Villarroel // www.orgiologia.cl
***
1Brzovic,
V. (2014) Los efectos del lenguaje. En: Maxwell,
A. (Ed.) (2014) Lecturas
emergentes sobre danza contemporánea (1a
Ed.) Santiago, Chile: LOM. Pág. 79
2 Un
acto de habla performativo es aquel que produce los efectos que
nombra. Las artes escénicas adoptaron el apelativo de performativo
quizás por esta razón, no tengo idea, pero no es por ser escénico
que algo es performativo, sino porqué produce los efectos que está
nombrando y no se adscribe únicamente al universo de la
descripción.
3
“¿Por qué instalar algo ahí
(en escena) tanto tiempo? La danza se construye a partir de imágenes
que se instalan para producir significado y su duración es un
factor fundamental en la lectura que hacemos. Muchas veces más que
otros recursos que creemos importantes. En el tiempo se construye el
vínculo, la relación entre los cuerpos. A través del tiempo
podemos comprender qué nos ha sucedido y cómo nos sentimos al
respecto. Con el tiempo, podemos ver la huella que deja en nuestros
cuerpos las experiencias vividas. Los procesos solo pueden ser
vividos con tiempo.” Del Comentario a Fónico:
http://fusadanza.blogspot.com/2018/12/comentario-ciclo-solos-o-acompanados.html
Marie Bardet, en su
libro Pensar con mover (2012),
interpela la relación entre danza e imagen a través de su agencia
como dsipositivo:
“En
efecto, las imágenes juegan un rol primordial para mantener el
esfuerzo de esta atención: no son representaciones inteligibles, ni
se mantienen con puras sensaciones, sino que, a medio camino entre
las dos, se disponen en la actitud de captar las tendencias de la
materia en movimiento.
Comentarios
Publicar un comentario
ver, leer, comentar, difundir, criticar, observar, contribuir