¿Por qué la mercantilización del arte ha sido un proceso tan esquivo, incosistente y fluctuante (en cuanto a que no se organiza, ni pone de acuerdo en su plusvalía)?

Mejor que así sea. 

La respuesta estaría dada por la condición alineante del trabajo, a la cual el arte se niega en sus corrientes “independientes”. Pero cuando se presenta productiva, la actividad artística explotada, reproduce una plusvalía, lo que muchas veces hace que pierda el sentido.

El sentido no esta dado por la acción, sino por la forma de pensar el mundo, de dar a la comprensión y a la acción un sustrato escencialmente humano, y por lo tanto, puramente político¹.

Por ello, en la medida en que de política, hemos trasladado el sentido a “lo social” la divergencia se ha apaciguado, y los efectos del sentido dependen del significado, un aparato de imágenes, mas que del sentido.

La necesidad de engendrar sentido por parte de los artistas tiene que partir por ellos, no a través de quien/es le otorguen la posibilidad de cubrir sus necesidades básicas.

Así, ante la inevitable venta del sentido, o caemos en la desilusión y alineación en nosotros mismos, o despertamos y entregamos a esta búsqueda desde la comprensión y la acción (levenswelt)²; al derecho de aparecer³ en paralelo a comer, vestir, y tener un techo.

Aún así, un paralelo entre estas dos dimensiones sigue siendo una problemática, que en tanto esquiva, evidencia una alienación.

¿Cómo despertar el sentido y despertar nosotros, de esa ilusión?

La lucha del arte independiente no solo es la de subsistir -del arte y del artista- también la de que ese sentido, natural, orgánico, no “vendido”, se traslade masivamente, y esa es la lucha por la que vive y muere.

En cambio, un arte ya vendido, va reconstruyendo su sentido durante su vida, beneficiado ya con la escucha de la masa, probablemente no debiera tener que luchar por subsistir, sino por la consecuencia.

Ambas son batallas perdidas de antemano.

La venta del sentido no solo anuncia la falta de sentido, también devela un desarraigo (una falta de lugar en el mundo, una desaparición política). Nos condena a la superficialidad, que hipotéticamente es la condición del mercado.

Otra paradoja es que ante la bandera de la “libre expresión” en la acción, lo artístico se entrega sin condiciones a la superficialidad. En suma;

“El hombre esta forzado a decir “sí” a un ser que él no ha creado y que le es escencialmente ajeno”⁴

EL ARTE: una apropiación nacida del desarraigo.

1“La comprensión previa constituye, por tanto, no sólo el inicio del conocimiento sino el comienzo de la acción. En tanto que estructura de la existencia, la comprensión es, para Arendt, la otra cara de la acción, ya que dicha comprensión previa siempre estará implicada consciente o inconscientemente en ella”

Rodríguez, Luisa. Fenomenología y política en el pensamiento de Hannah Arendt. Investigaciones Fenomenológicas, vol. monográfico 3: Fenomenología y política. 2011.

2Levenswelt, es la noción que Hannah Arent toma de Edmund Husserl para dar forma a una visión de mundo, a partir de una dimensión ontológica previa a la acción y a la comprensión, que se encuentra situada en nuestro mundo vivido simultáneo;

“El ser humano no crea el mundo, sino que actúa en él. Comprende y se comprende en él, es decir, lo figura. Por eso afirma que “reconcialiarse” con la realidad significa pertencer a ella como actor.”

Rodríguez, Luisa. Acción y mundo en Hannah Arendt.

3A su vez, el aparecer corresponde a la consecuencia ineludible de la acción, “No somos antes de aparecer, sino que el ser humano aparece por la acción y ésta (…) presupone el mundo”. Inherente a lo político, posibilita las diferencias, que según Arendt, son necesarias y propias del humano, “El ser humano es esencialmente político, porque quiere aparecer, manifestarse a sí mismo, lo que implica aparecer como individuo singular”.

Rodríguez, Luisa. Fenomenología y política en el pensamiento de Hannah Arendt. Investigaciones Fenomenológicas, vol. monográfico 3: Fenomenología y política. 2011.

4Arendt, Hannah. Ensayos de comprensión 1930-1954.